Una de las plantas con mayor variedades y más fáciles de cultivar son el pimiento. Encontraremos un sin fin de colores, y posibilidades.
Encontraremos de varios tipos, los dulces, picantes, los tipo padrón, los de asar, guindillas...
Macetas:
Depende de la variedad de pimientos. Hay algunos como las guindillas que con una maceta de tamaño mediano, nos sobrará, otras variedades como el pimiento de asar, o dulce (el que utilizamos en casa), necesitaremos una maceta de tamaño grande.
Riego y abonos:
La verdad es que es un tanto irregular, en meses con altas temperaturas, regar casi a diario. En temperaturas más frescas, regar con menos frecuencia.
Debemos evitar el encharcamiento de las plantas.
El abono, podemos utilizar el humus de lombriz. También hay abonos especiales en tiendas especializadas de jardinería.
Recolección de semillas:
Lo mejor es recolectar de uno de los primeros pimientos que nos de la planta. Recoger las semillas cuando el pimiento esté muy rojo o empiece a secarse. Utilizaremos guantes para esta tarea, ya que nos podría picar los ojos si nos tocamos y es una variedad picante.
Una vez recogido el pimiento, lo cortamos y recogemos las semillas, luego dejaremos a sol las semillas y dejaremos que se sequen. Luego guardaremos las semillas en un recipiente hermético para que se conserven mejor.
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