A la hora de comprar nuevas plantas es importante revisarlas con atención para evitar adquirir ejemplares que padezcan alguna enfermedad o estén afectados por algún tipo de insecto no sólo para evitar perder dinero en algo que no durará mucho tiempo sino también para evitar que esas amenazas afecten al jardín propio.
El primer paso es analizar que las hojas y los tallos no presentan manchas, agujeros o extraños montículos.
No se deben comprar plantas cuyas raíces salgan por los agujeros de las macetas ya que eso muestra que hace tiempo precisa de un trasplante.
La planta no debe ser fácil de quitar de la maceta. Esto se prueba tirando levemente desde el tallo si esta sale con facilidad significa que fue recién trasplantada por lo que debe pasar tiempo para que esta planta se adapte al nuevo lugar.
A la hora de comprar plantas con flores se deben adquirir aquellas que mayor cantidad poseen de capullos sin florecer.
Las plantas que se desarrollan de manera desigual no es recomendable adquirirlas.
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